Entonces llamó a un arcángel
que san Gabriel se decís
y enviólo a una doncella
que se llamaba María.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mesa de tu Padre.
Gracias rafa por acordarte de la Virgen Madre en este blog que es de todos los amigos del doctor místico.
ResponderEliminarAnimo con el blog,no lo dejeis caer que siempre hay gente que lo leera en busca de una luz que le oriente,saludos
ResponderEliminar